La piel de los niños es extremadamente delicada y vulnerable a los efectos dañinos del sol. Por esta razón, la protección solar infantil es un aspecto esencial para su salud y bienestar.  Es importante tener en cuenta los cuidados necesarios para cada tipo de piel, así como los tipos de protección y de filtros solares para la prevención de daños solares. Cabe tener en cuenta que no es recomendable exponer la piel de los más pequeños al sol. Es fundamental entender que los bebés menores de seis meses no deben ser expuestos directamente al sol.  Su piel es extremadamente sensible y aún no produce suficiente melanina, el pigmento natural que ayuda a proteger contra los rayos UV. Para los más pequeños, la mejor protección es mantenerlos a la sombra, vestirlos con ropa ligera y cubrirlos con sombreros de ala ancha.